Quién me robó la actitud…

actitud1La actitud es un estado de ánimo, y como tal es voluble. Es muy difícil mantener el estado de ánimo en su punto álgido en todo momento, siempre te vas a encontrar con personas que transmiten ondas negativas.
Es cierto que en el ámbito social es fácil deshacerte de estas personas influyentes, pero en el ámbito laboral es algo más difícil. Se convive con esas personas un tercio de nuestras vidas, pero, imaginaros por un momento que esa persona contaminante es tu jefe, e intentas por todos los medios mantener esa actitud positiva todo el tiempo, pues, llegará un momento en el que ya no puedas más, y explotes.

Esa explosión, ¿significa que ha cambiado tu actitud? o, ¿significa que el empresario pretende cargarse su propia empresa?Ser empresario en una PYME, es como ser político; jamás se le exigirá a éste, estar en buena forma física, disponer de salud mental, y estar a la altura intelectual. Simplemente es el dueño/jefe, y es el que manda, y por lo tanto, no queda más remedio que aguantar el chaparrón por el bien de tu economía, y por lo tanto, por tu bienestar social, sí, eso que tanto venden aquellos que no entienden que para que exista el bienestar social, debe darse la circunstancia de que también esté cubierto el bienestar económico -no podría ser de otra manera.

El bienestar social se conquista a través del esfuerzo -como Dios manda- aunque claro, es preferible que nos lo den todo hecho, de forma gratuita, como si de un derecho se tratase, es decir, a la sopa boba.

Es curioso, pero hay personas que se creen que el dinero se fabrica con nocturnidad, y alevosía, a esos, -que no me creo que sean tan tontos, más bien lo contrario- habría que aplicarles la ley de vagos, y maleantes, o si eso le suena mal a alguien, inventarse un sistema político donde sean a ellos y, solo a ellos, a los que les implicase las políticas dictadas por los gobiernos elegidos por ellos; «NO SIEMPRE LA MAYORÍA TIENE LA RAZÓN», pero sí sufrimos sus consecuencias, ¡es muy injusto!, porque de esta manera el pueblo siempre será manipulable para peor, es decir: «la búsqueda por parte de los gestores políticos de la rentabilidad en la gestión de los recursos». Es más fácil adoctrinar a las masas, que adoctrinar a las personas (ciudadanos).

Por favor a mí -como persona- no me hagan comulgar con ruedas de molino…

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